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El trasiego de un mayor volumen de agua desde la presa, para abastecer a la población y las tierras agrícolas del Valle de Caujerí, es la consecuencia fundamental del mantenimiento que en la actualidad se realiza del canal de acceso del trasvase Sabanalamar-Pozo Azul, en el municipio guantanamero San Antonio del Sur.

Según la explicación brindada por Yinet Marzo Manuel, directora de desarrollo y control de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico, al periódico Venceremos de esa provincia, se han extraído unos 140 metros cúbicos de fango, sedimentos y vegetación acuática con el objetivo de incrementar la eficiencia de esa obra hidráulica justo al inicio de la temporada de lluvias.

Detalla la información que Pozo Azul ha recibido en lo que va de año solo 1 700 000 metros cúbicos de agua por gravedad desde la corriente del Sabanalamar, de un plan anual de 10 millones, debido al largo y profundo periodo de sequía que afecta a la provincia desde hace varios años.

Con las lluvias de los últimos días, la obra ingeniera acumula 1 600 000 metros cúbicos, apenas el 11 % de su capacidad de llenado, el volumen más bajo para la etapa en la última década e insuficiente para cumplir sus entregas, de ahí la importancia de la inversión realizada.

Debido a la poca disponibilidad de agua, en parte por el pobre escurrimiento de la pequeña cuenca Pozo Azul, se alargó el ciclo de distribución a la población, que ahora se realiza una vez a la semana, además de restringir de manera total el suministro a las fértiles tierras del Valle de Caujerí.

El trasvase Sabanalamar-Pozo Azul fue construido a un costo de 16,6 millones de pesos para trasegar agua por gravedad por medio de una derivadora de hormigón, dos túneles que atraviesan la Sierra del Purial y dos conductoras de polietileno de alta densidad, y está en servicio desde 2010.